domingo, 5 de octubre de 2008

London :)







La guerra de las universidades por captar a los alumnos de colegios top

Son las niñas bonitas del baile. Cada año, después de las vacaciones del 18 de septiembre, los teléfonos de los orientadores de los colegios con mejores promedios en la PSU comienzan a sonar intensamente. Son tres, cuatro y hasta cinco llamadas diarias, además de un sinnúmero de correos electrónicos de universidades. El objetivo es invitarlos a conocer sus dependencias, con ofertas de todo tipo: desayunos personales con los decanos, visitas guiadas, ensayos gratuitos de la prueba y actividades de extensión. El interés de los planteles de educación superior por estos alumnos de colegios top no sólo obedece a un asunto de imagen, sino también económico: el alumno que obtiene un buen puntaje llega con una marraqueta bajo el brazo, el Aporte Fiscal Indirecto, con el cual el Estado "premia" a las instituciones por captar a los 27.500 mejores puntajes. Por este concepto, este año las universidades e institutos profesionales se repartieron 19 mil millones de pesos, de los cuales el 40% quedó en manos de las universidades de Chile y Católica.
La Tercera consultó a los establecimientos que se ubicaron entre los 30 mejores de la PSU 2007, para conocer cómo son contactados por las universidades. En lo que todos los entrevistados coincidieron es que los llamados y misivas parten en marzo, pero que a partir de las vacaciones de Fiestas Patrias y hasta fines de octubre se intensifican.
A pesar de la insistencia de los planteles, son pocos los que consiguen la oportunidad de conversar con los alumnos. Es tanto el vendaval de información, que la mayoría de los colegios filtra lo que el estudiante finalmente recibe: algunos establecimientos organizan sus propias ferias, otros sólo aceptan invitaciones de las universidades a las que históricamente se van sus estudiantes y un tercer grupo no acepta propuestas ni visitas.
En el Santiago College, por ejemplo, el filtro son los alumnos. "A comienzos de año los estudiantes eligen tres carreras y universidades. Y es de ese universo que elegimos a los planteles", dice Aaron Godbout, consejero vocacional. Ellos aseguran recibir unas 15 visitas al año, al igual que el Instituto O'Higgins de Rancagua.
En establecimientos como Los Andes o Cordillera, la tradición es la que manda. Allí, la mayoría de sus alumnos opta por las universidades Católica y de Los Andes, por lo que el resto de los planteles tiene escasas posibilidades de acercarse siquiera. Según Alejandro Leyton, encargado del tema en el Colegio Cordillera, las salidas del establecimiento se limitan a la feria que organiza la UC en el Campus San Joaquín y a una tarde en la U. de Los Andes. Ha habido algunos acercamientos con la U. de Chile, y en este caso, los alumnos interesados van a las facultades, pero no se organiza una visita para todos.
La mirada del Colegio Internacional Alba está puesta en las universidades del Cruch, como la UC, U. de Chile, Usach y Federico Santa María. El contacto con las privadas se limita a una feria que organiza el colegio, a la que asisten las llamadas universidades "G-8": U. de Los Andes, del Desarrollo, Adolfo Ibáñez, Diego Portales y Andrés Bello, entre otras.
En el Alemán de Villarrica son aún más radicales. No reciben visitas de ningún plantel, sino que organizan dos viajes al año, uno a Santiago y otro a Valparaíso, donde van a los planteles más tradicionales.
Es que estos colegios tienen tan claro el valor de sus alumnos, que no aceptan cualquier invitación. "Vemos qué universidad satisface la necesidad de nuestros alumnos. Son ellos quienes escogen, no las universidades", señala Boris Fuentes, coordinador de Enseñanza Media del DS Villarrica.
LAPICES Y LIBRETASSegún los orientadores, la insistencia de las universidades privadas existe desde hace tiempo, debido a que han debido abrirse paso en un mundo donde los jóvenes egresados tienen todas las opciones y generalmente se quedan con las universidades tradicionales. En la UC, por ejemplo, los decanos invitan a desayunar a un grupo de estudiantes para mostrarles la facultad. En tanto, la U. de Los Andes realizó este año un congreso de "Jóvenes y Política" al que fueron 600 alumnos.
Es tanto el interés que muestran algunas instituciones, que incluso algunos planteles privados organizan visitas en las que está todo incluido: desde el transporte hasta la colación y un sinfín de regalitos, que van desde lápices, folletería, libretas y tazones con el logo de la institución.
Incluso, algunas universidades, no invitadas a estas ferias que realizan los colegios, llegan por su propia cuenta y sin pedir autorización. Y los colegios deben hacer la vista gorda.
Otras estrategias son el ofrecimiento de actividades de esparcimiento como conciertos de cámara, algo que realiza, por ejemplo, la Universidad Andrés Bello, y ensayos gratuitos de PSU. A esto se agregan concursos de debate, de fotografía, de dibujo y de cuento.