miércoles, 26 de noviembre de 2008

ENSAYO FINAL: PROFESION DOCENTE

Uno de los pasos más importantes hacia la humanización de la profesión docente es la capacidad de reconocernos como individuos y seres humanos, para comprender como ello atraviesa nuestra experiencia en el rol que desempeñamos; no obstante, situaciones como la cotidianidad, la rutina, las necesidades personales, las cargas académicas y disciplinarias, entre otras tantas vivencias que convergen en el espacio de la convivencia escolar “impiden”, en la mayoría de los casos, crear y fortalecer un espacio real que posibilite el encuentro con nosotros mismos y con el otro.

De ser posible lo anterior, la auto evaluación se convertiría en un ritual válido y valioso en la vida de los docentes, permitiendo abrir constantemente el foco de la comprensión, que no puede limitarse a una posición personal, que generalmente justifica, y nos impide ser conscientes de lo que está dentro y fuera de nosotros, donde necesariamente estamos instaurados, por cualquiera que sea la razón o circunstancia.

Asi ocurrio este año, en donde los docentes se sometieron a una evaluacion externa por parte del gobierno. Esto, con el supuesto objetivo de medir sus aptitudes, capacidades, y competencias. Una vez mas, este concepto tantas veces nombrado en el aula vuelve a ser el centro de la atracción, pues en un docente su mejor estampa para mostrar es su perfil, y este perfil esta basado en las competencias que como profesor ha obtenido y pondrá a disposición. Así como tenemos los conceptos de equidad, el marco de la buena enseñanza, calidad, en este ensayo mi planteamiento se centrara en: El Perfil docente de todo profesor se basa en las competencias adquiridas.

En primer lugar es necesario plantear y guiarnos hacia un determinado concepto de competencias:

-Hoy existen numerosas connotaciones para el concepto de competencias, sin embargo, es posible advertir en las conceptualizaciones ciertos elementos que son característicos en su definición: En primer término confluyen los conocimientos, los procedimientos y las actitudes; otro aspecto señala que sólo se definen con respecto a su aplicación en un desempeño, un tercer punto dice relación con la experiencia, que es importante como medio de constatación y evaluación, y finalmente el contexto, el que define en cierto modo la eficacia del desempeño.

-En segundo lugar, todo conocimiento proviene o es fundado en algún lugar:
Si bien nosotros estamos aprendiendo en la universidad, nuestra placa madre viene fundada con anterioridad ya en la edad pre- escolar el conocimiento nos comienza a rodear, y empezamos a adquirir nuevas minimas competencias.
Niños y adolescentes inician su etapa escolar en kinder, aproximadamente desde el octavo básico a la enseñanza media comienza a existir un firme raciocinio ; en instituciones de formación técnica comienzan su formación en especialidades diversas; el conocimiento del mundo laboral ya ha comenzado en esta etapa; los adolescentes de liceos científico-humanísticos inician una carrera que los llevará a descubrir su vocación. La vida en si, es un aprender, pues el aprender es un proceso infinito.

Al punto que quiero llegar es que como seres humanos dia a dia aprendemos nuevas cosas, lo que se va insertando en nuestra memoria.
Las distintas organizaciones educacionales y los distintos niveles que la componen, congregan esfuerzos por educar y conforman redes de articulación para cada una de las especialidades que las corresponden.
La educación superior universitaria ha resulto la tarea de ser el pilar desde la formación de sus bases educativas: generadores de nuevos formadores por competencias que proveerán los cambios, desde la educación inicial, hasta pretender una formación permanente para la vida de cada ciudadano.

Un enfoque de formación basado en competencias responde por una parte a escenarios actuales donde quien desempeña un trabajo, debe tener la capacidad de prever o resolver los problemas que se le presentan, y por otro lado, responder a las investigaciones sobre el aprendizaje y por tanto el enfoque formativo propone una organización que favorece los aprendizajes significativos y duraderos
Las universidades han de ser entidades que certifiquen ser instituciones competentes desde sus curriculos, con cada uno de sus propósitos y agentes formadores. Tarea ardua, pero ya consciente de elevar los rumbos en consonancia con una sociedad de integrantes que la conforman y equilibran sus sueños con caracteres efectivos.
La Universidad promueve, actualmente, programas educativos planificados en conjunto con sectores productivos y sociales para elaborar en sintonía con las necesidades del entorno.


-Y en tercer punto la razón por la cual deben desarrollarse competencias en la enseñanza:

Es así como resulta imprescindible para la educación superior actual adaptarse a los rigurosos escenarios actuales, no sólo por las motivaciones económicas que mueven las decisiones empresariales, sino también, por la necesidad de favorecer la gestación de nuevas generaciones de profesionales acordes a los procesos de cambio social, cultural, laboral y tecnológico, donde se requieren sujetos que sean capaces de dar respuesta a las nuevas exigencias de manera integral y efectiva.
De esta manera se va configurando la necesidad agregada de reordenar y actualizar la formación y el perfeccionamiento de los formadores, lo que se hace evidente cuando se analizan las nuevas demandas de calificación que requiere la práctica docente.








Conclusión:

La importancia actual de las competencias radica en la necesidad de cambio para enfrentar las nuevas realidades de la sociedad actual. En estos nuevos y cambiantes contextos, las competencias que los individuos necesitan para alcanzar sus metas, tanto individuales como colectivas, se han ido complejizando cada vez más.

En síntesis, la calidad y equidad que tanto requiere la educación universitaria, en especial la de nuestro país, apela a una formación idónea, que considere el dominio de competencias indispensables para el desempeño satisfactorio en ambientes profesionales sometidos a cambios permanentes, altamente exigentes y competitivos. Estas competencias necesarias abordan por ejemplo las áreas de creatividad, preparación para el trabajo autónomo, espíritu emprendedor, flexibilidad ante situaciones emergentes, la actualización permanente, capacidad de trabajo en equipo, habilidades para comunicarse efectivamente, entre otras. Así también, estas competencias se exigen de parte de los formadores, quienes tienen a cargo dirigir los procesos de enseñanza-aprendizaje y son los actores educativos que deben demostrar un desempeño acorde a lo exigido a sus alumnos. Claramente, el currículo actual debe ser sometido a evaluación constante para promover y generar estos cambios.




Macarena Aguilar

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